Lujo que se siente en la piel. Joyas que cuentan tu historia
Desde muy chica, las joyas fueron parte de mi mundo. Cada año, en mi cumpleaños, mi papá me regalaba una pieza distinta: un anillo, una cadenita, unos aros… y cada una tenía su propio significado. No era solo un regalo, era un símbolo de amor, de cuidado, de conexión. Así, con el tiempo, la joyería se volvió algo más que una pasión: se volvió parte de mi identidad.
Vesta nace de ese vínculo profundo. Buscando un nombre para este sueño, encontré a la diosa romana del fuego y del hogar, y supe que tenía que ser ella. Porque Vesta representa lo sagrado, lo cálido, lo que perdura… justo como esas joyas que atesoro desde niña.
Hoy, cada pieza que creo está inspirada en esa historia: en el valor emocional que puede tener una joya, en su poder para acompañar momentos, guardar recuerdos y decir lo que a veces no se puede poner en palabras.
Vesta es mi forma de rendir homenaje a todo eso. A mi infancia, a mi papá, a lo hecho con amor. Es mi fuego interno, y me llena de alegría poder compartirlo con vos.